Educación Ambiental en Perú: Las dificultades de armar un Plan
La Política Nacional de Educación Ambiental (PLANEA) es un esfuerzo importante, pero no tiene definiciones claras y sus objetivos no están concretamente planteados.
La idea de crear líneas de investigación sobre educación, cultura y ciudadanía ambiental resultan interesantes pero no queda claro aún con qué objetivo: ¿Estudiar la implementación de medidas de educación ambiental? ¿Investigaciones sobre pedagogía? ¿Generar nuevo material educativo?
Hace unas semanas, en el Taller de socialización y validación del Plan Nacional de Educación Ambiental - PLANEA, nos dimos cuenta que algunos puntos necesitan ser revisados y replanteados antes de hacerlo efectivo. Este Plan --un esfuerzo conjunto entre el Minedu y el Minam-- intenta ser el instrumento de gestión que planifique acciones concretas y estrategias a favor de la implementación del enfoque ambiental transversal en el proceso educativo del país, frente a la Política Nacional de Educación Ambiental (PNEA) aprobada en 2013.
El primer problema identificado en el proceso de consulta y la lectura del documento fue el planteamiento de objetivos y definiciones. Es necesario que los objetivos de un plan deban precisar el cómo los organismos del Estado pretenden atender los puntos planteados por la Política Pública que le antecede, por lo que es grave que los objetivos específicos del PLANEA solo agreguen la incorporación de los enfoques intercultural y de género, haciéndolos un sinsentido, poco útiles y carente de aportes al PNEA.
Además, la falta de definición sobre categorías clave como, por ejemplo, “educación ambiental” retrasa las discusiones de fondo ya que cada actor involucrado usa los conceptos que trae del espacio que representa y que muchas veces entra en contraste con los otros. Si es que las definiciones existen, es importante recalcarlas.
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LO QUE RESCATAMOS
Lo más rescatable del PLANEA está en sus acciones referidas a la innovación, interculturalidad e inclusión social y ciudadanía ambiental. La incorporación de indicadores en la Encuesta Nacional de Hogares para medir las prácticas ambientales en hogares va a resultar clave para generar evidencia para nuevos instrumentos de política y nuevas acciones específicas para mejores conductas ciudadanas respecto a su entorno. Tanto la idea de crear líneas de investigación sobre educación, cultura y ciudadanía ambiental en la agenda nacional y las agendas regionales de investigación ambiental como la de promover innovaciones en estos campos resultan interesantes pero no queda claro aún con qué objetivo: ¿estudiar la implementación de medidas de educación ambiental? ¿Investigaciones sobre pedagogía? ¿Generar nuevo material educativo?
Las acciones orientadas tanto a las instituciones de educación básica (inicial, primaria y secundaria) e instituciones de nivel superior y técnico-productivo tiene mucha fuerza en la promoción de la participación integral de la comunidad educativa en el tema (comités ambientales, voluntariados, etc.) pero hay otras propuestas que requieren ser revisadas y construidas con una mayor y exhaustiva revisión de la evidencia: ¡No es posible que se plantee como acción estratégica la participación en concursos escolares nacionales de buenas prácticas ambientales!
PUNTOS DÉBILES
No es posible que el PLANEA plantee la creación de una estructura formal de educación ambiental en gobiernos regionales y locales cuando hace poco el Ministerio de Educación eliminó de su organización interna a la Dirección de Educación Ambiental. El Plan debería proponer la reapertura de esta instancia en un plazo prudente ya que la implementación de la misma se ve dificultada sin una instancia articuladora y que asegure su cumplimiento.
El punto más débil del plan es el que toca la educación no formal, orientada a medidas de eco-eficiencia y responsabilidad social como prácticas internas dentro de las empresas. ¿Compete a un Plan de Educación Ambiental tocar estos aspectos? Es un tema que requiere mayor evaluación y argumentación ya que visto desde el propio Plan parece ser más un intento de incorporar a la fuerza a todos los sectores posibles.
CONCLUSIÓN
Este Plan es vital pero requiere ser más innovador y no una mera síntesis de lo que ya se ha hecho o dicho para ser una solución y no un documento más. La educación ambiental en nuestro país ya es difícil por decisiones estatales mal orientadas que debilitan su institucionalización por lo que las estrategias y acciones a tomar deben resolver los vacíos que las malas decisiones dejan, arriesgar más a proponer estrategias innovadoras y ser más precisos en sus planteamientos ya que muchas de las acciones necesitan revisarse y reordenarse. Sin duda, necesitamos más profesionales en el Estado con conocimiento del tema y con capacidad de gestión.
[ Aquí la versión amigable del PNEA. ]
Un video introductorio del Minam sobre el tema: